El Maneki Neko (招き猫) también conocido como «gato de la suerte» o «gato de la fortuna» es una popular escultura japonesa, de la que se dice que trae buena suerte a su dueño. La escultura representa a un gato saludando con una pata alzada. Puede ser vista frecuentemente en tiendas, restaurantes y otros negocios. Si es la pata derecha de la escultura la que se representa alzada, se dice que trae prosperidad y dinero, mientras que la pata izquierda alzada atrae visitas. También la altura a la que la pata es alzada puede variar de una escultura a otra. Se dice que cuanto más alta sea esta, la llamada del gato atraerá a los clientes desde mayor distancia.
Maneki (招き) procede del verbo maneku (招猫) que en japonés significa «invitar a pasar» o «saludar». Neko (猫) significa «gato». Juntos literalmente denotan «gato que invita a entrar». Según la tradición japonesa el mensaje que nos transmite el gato con el movimiento de su pata es el siguiente: «Entra, por favor. Eres bienvenido»
ESTA ES UNA DE TANTAS LEYENDAS SOBRE EL MANEKI NEKO:
Durante el siglo XVII, existía en Tokio un templo que había conocido días mejores y que tenía serios problemas económicos. El sacerdote del templo era muy pobre, pero aún así, compartía la escasa comida que tenía con su gato, Tama.
Un día, un hombre de gran fortuna e importancia fue sorprendido por una tormenta mientras cazaba y se refugió bajo un gran árbol que se encontraba cerca del templo. Mientras esperaba a que amainara la tormenta, el hombre vio que un gato le hacía señas para que se acercara a la puerta del templo. Tal fue su asombro que dejó el refugio que le ofrecía el árbol y se acercó para ver de cerca a tan singular gato. En ese momento, un rayo cayó sobre el árbol que le había dado cobijo.
A consecuencia de ello, el hombre rico se hizo amigo del pobre sacerdote, y el templo prosperó, con lo que el sacerdote y su gato nunca volvieron a pasar hambre.
Tras su muerte, Tama recibió un solemne y cariñoso entierro en el cementerio para gatos del Templo Goutokuji, y se creó el Maneki Neko en su honor. Se dice que un Maneki Neko en el lugar de trabajo o el hogar o incluso una página web atrae la buena suerte y los visitantes.
Dependiendo de su color también tiene distintos significados
Tricolor: es el más popular. Da buena suerte para viajar. Se hicieron muchos de género macho para los marineros.
Blanco: indicativo de pureza.
Negro: talismán contra el demonio
Rojo: contra el demonio y las enfermedades
Dorado: atrae el dinero
Rosa: atrae el amor
OTROS AMULETOS JAPONESES:
Omamori : proviene del verbo mamoru que significa proteger, cuidar, defender. Así pues, este es el nombre que recibe una especie de colgante hecho de tela que se vende, sobre todo, en los templos japoneses y que según la creencia, evita los accidentes, mejora la salud, ayuda en el amor, ayuda a aprobar los exámenes, etc. Los japoneses llevan los omamori en muchos sitios, desde en el bolsillo, al bolso, en el coche o hasta en el móvil.
La bolsa, llamada omamori-bukuro, es normalmente de colores vivos y lleva bordado el nombre del templo donde se ha comprado. En su interior, cerrado a la vista, encontraríamos un pequeño papel con el nombre del dios protector para la ocasión y una oración escrita por un monje, que nos conecta con el dios del que obtendremos no sólo protección y compañía. Si la bolsa del omamori se abre y su interior se expone al exterior, se supone que la protección se pierde y habrá que comprarse otro omamori para estar protegidos. En teoría, un omamori dura toda la vida, aunque es común comprarse uno nuevo al acudir al templo en Año Nuevo, ya sea porque es tradición o porque el omamori anterior está muy deteriorado ya. En estos casos, hay que quemar el omamori antiguo, para pasar la protección al nuevo.
Según la religión sintoísta, hay dioses, llamados kami, en cualquier cosa. Por ello, si bien hay omamori generales, que sirven para una protección general, también hay omamori específicos, con su dios específico que cumple una protección específica. Por ejemplo, para las mujeres embarazadas existe el anzan-omamori (anzan significa parto fácil
). La tradición rige a las mujeres que compren este artículo a colocarlo cerca del vientre, para que también esté en contacto con el feto. Para el amor tenemos el enmusubi-omamori, un amuleto específico para aquellas personas que quieren encontrar el amor, que quieren mantener la pareja que tienen o tener éxito en el matrimonio. El dios que les protege es el dios de las parejas, llamado Enmusubi. Es común que la pareja se compre dos omamori de este tipo iguales, rojo para ella y blanco para él. Tammbién existe un omamori para los estudiantes, que los proteje y ayuda sobre todo durante la época de exámenes. El dios que les protege es el de la escitura, la poesía y los estudios. Otros omamori específicos son los dedicados a las personas que están enfermas, ayudándolas a superar su enfermedad, los específicos para los conductores (o viajeros que tienen un largo recorrido por delante) y los dedicados a los negocios y el dinero, que sirven para pedir éxito, prosperidad, dinero, etc.
OFUDA: El ofuda se considera una especie de omamori para el hogar, que es normalmente más grande y está hecho de madera o de papel. En él, podemos encontrar una imagen del dios que les protege, su nombre, el nombre del templo o hasta el sello o imagen del mismo, junto con una oración o petición al dios. Los japoneses suelen colocar el ofuda en el interior de la entrada de sus casas o bien en el altar que hay en casa para los antepasados
DARUMA: El muñeco daruma es otro de los amuletos japoneses más conocidos. Es un muñeco rojo, sin brazos ni pies, con una cara masculina que tampoco tiene ojos, solo dos círculos blancos. Al ser redondeado, aunque se balancea, nunca se cae, de manera que representa la perseverancia y el esfuerzo. El daruma representa a un antiguo monje budista indio llamado Bodhidharma, que fue el fundador del budismo zen y el responsable de que la doctrina de Buda llegara a China. Dice la leyenda que el monje no alcanzó la iluminación hasta 9 años después de meditar a solas en una cueva y que por ello, después de tanto tiempo sin moverse, no sólo se le cayeron los brazos y piernas, sino que el propio monje se arrancó los ojos para concentrarse mejor.
Normalmente los japoneses regalan muñecos daruma para ofrecerle la oportunidad a alguien de conseguir cumplir un deseo, por ejemplo en su cumpleaños, en Año Nuevo o ante un nuevo proyecto. Cuando se quiere pedir un deseo, se hace pintándole uno de los ojos. Si el deseo se cumple, habrá que pintarle el otro ojo en señal de agradecimiento.
En los primeros días del año, se celebran varias ferias en muchos lugares de Japón dedicadas al muñeco daruma. Una de las más conocidas es la que se celebra en el Daruma-dera (literalmente, templo de daruma
) de Takasaki (prefectura de Gunma), los días 6 y 7 de enero de cada año.
TANUKI: El tanuki es básicamente un mapache, una criatura que los japoneses siempre han considerado extraña y sobrenatural y que por ello es popular en muchos cuentos antiguos, donde siempre aparece engañando a los protagonistas. Actualmente, sin embargo, el tanuki tiene más una imagen cómica que asustadiza, ya que se caracteriza por una gran barriga y unos testículos enormes. Lleva un sombrero de paja, que le preotege de la mala suerte, y un libro de cuentas y una botella de sake en las manos, símbolos de prosperidad en los negocios.
La leyenda dice que quien se encuentre con una figura de tanuki deseará tomar alcohol. Por ello, es común encontrar figuras de tanuki en las entradas de restaurantes y tiendas de bebidas alcohólicas, ya que otorgan buena suerte a este tipo de negocios, aunque cada vez es más frecuente su presencia en las propias casas japonesas, por su divertido aspecto, muy querido por los niños.
TERU-TERU BOZU: Este amuleto para pedir buen tiempo es muy popular entre los niños, sobre todo los días antes de una excursión o un viaje. El teru-teru bōzu es un muñeco hecho a mano por los niños, normalmente de papel, que se cuelga en las ventanas o en la entrada de la casa para pedir que haga buen tiempo y no llueva.
Shichifukujin: Los shichifukujin, como su nombre indica (shichi significa siete, fuku es suerte y jin es dios), son los siete dioses de la suerte. El grupo simboliza las siete virtudes del ser humano: la longevidad, la oportunidad, la popularidad, la franqueza, la magnanimidad, la dignidad y la bondad. Tan sólo uno de ellos es japonés, el dios Ebisu, mientras que Daikokuten, Bishamonten y Benzaiten son de la India, y Hotei, Jurojin y Fukurokuju son de China. Todos ellos tienen sus seguidores, dependiendo de la profesión de cada uno, aunque en general todos ofrecen buena suerte en los negocios y a los comercios.
El dios Ebisu es la única deidad japonesa entre los siete. Éste es el dios de la fortuna, la riqueza y los negocios y normalmente lleva consigo una caña de pescar y un pescado, símbolo de abundancia en la comida. Es el dios de los pescadores, los agricultores, los mercaderes, los ejecutivos y los extranjeros.
La única mujer entre los siete, la diosa Benzaiten (también conocida como Benten) es la diosa de la música, la elocuencia, las artes y la literatura. Esta diosa, que siempre lleva consigo un instrumento de cuerda llamado biwa, y que a veces aparece en compañía de una serpiente blanca, es la diosa de los artistas, los escritores, los bailarines, los pintores, los escultores, etc.
El dios Daikokuten, siempre sonriente y de piernas cortas, es el dios de la riqueza y la prosperidad. Vestido al estilo chino, lleva un saco repleto de objetos de valor. Es el patrón de los artistas, granjeros, hombres de negocios, banqueros y financieros y se le conoce por ser un buen cazador de demonios.
Fukurokuju es el dios chino de la sabiduría, la felicidad, la riqueza y la longevidad. Es fácilmente reconocible por su gran cabeza, que ocupa casi la mitad de su cuerpo. Se dice que le gusta jugar al ajedrez y por ello es el patrón de los jugadores de ajedrez, los creadores de relojes y los atletas.
Hotei, también conocido como el Budha sonriente, es un dios calvo, regordete y muy sonriente. Éste es el dios de la satisfacción y el comercio, el guardián de los niños y el patrón de los adivinos y los camareros. Lleva consigo una gran bolsa que contiene un buen número de artículos necesarios para el día a día. La tradición dice que acariciar su barriga -símbolo de generosidad- trae buena suerte.
Bishamonten, el dios protector, era en realidad un misionario budista, aunque a veces se le confunda con el dios de la guerra por su apariencia. Vestido con armadura y casco, en una mano tiene una torre que simboliza la fe y en la otra una espada que defiende la fe y le convierte en el perfecto guardián contra la maldad. Es el dios de la dignidad y de la buena fortuna, la riqueza, la felicidad, la bondad y la fe.
Jurojin es el dios taoísta de la prosperidad y la longevidad. Siempre lleva consigo un pergamino y un bastón que según la leyenda contiene toda la sabiduría del mundo. Es el dios de los profesores, los científicos, los matemáticos y los maestros.
La tradición dice que en Nochevieja, los siete dioses llegan juntos a tierra a bordo de su barco del tesoro (llamado takarabune en japonés) para compartir con todos su felicidad y riqueza. Se dice que si el día 2 de enero uno coloca un dibujo de los siete dioses en su barco bajo la almohada tendrá suerte durante todo el año, siempre que el sueño que tenga sea bueno. Durante las celebraciones de Año Nuevo, es tradición también el shichifukujin meguro, peregrinar a diferentes templos dedicados a los shichifukujin para conseguir buena suerte y prosperidad para el año que entra. Cabe recalcar que existen unos 81 caminos de peregrinaje por todo Japón. Otra tradición es acariciar la cabeza y los hombros de las estatuas del dios Daikoku (el dios de la riqueza y la prosperidad) o la barriga del dios Hotei que hay en los templos japoneses; hacerlo llevará riqueza y prosperidad laboral. Asimismo, es muy famoso el Ebisu matsuri (festival del dios Ebisu) que se celebra en muchos templos japoneses a principios de año. Los japoneses acuden en masa a comprar hojas de bambú con amuletos, que se cree otorgan buena vida a los negocios.
Animales que traen suerte:::
Además del gato maneki-neko o del mapache tanuki, existen en Japón otros animales que popularmente atraen a la buena suerte. Dice una popular leyenda japonesa que escuchar el canto de un búho (fukurō en japonés) es símbolo de buena suerte. Por ello, las figuras de búhos (sobre todo las doradas o hechas de cristal) son muy protegidas por los japoneses. Asimismo, las tortugas (llamadas kame, en japonés) son también muy queridas por ser consideradas animales de buena suerte, que simbolizan la longevidad y la protección. Por ello, las tortugas aparecen en multitud de templos y celebraciones en Japón y son frecuentemente un regalo de bodas. Otro animal que popularmente trae buena suerte es el mono (llamado saru en japonés), ya que la palabra japonesa puede significar también ahuyentar la mala suerte
. Es muy famosa la imagen de los tres monos sabios que representan tres maneras de vivir en este mundo: mizaru (no ver maldades), iwazaru (no decir maldades) y kikazaru (no oír maldades). La terminación del verbo en -zaru recuerda al término japonés para mono, saru.